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Forma parte de el trabajo Presencia de Don Fernando Ortiz en la Psiquiatría Transcultural Cubana

Quienes, como nosotros, practicamos la Hipnosis y hemos compartido y visto de cerca en los toques Batá los "montados", no hay mejor descripción del mecanismo sugestivo disociativo de la conciencia que el expresado por Ortiz; sólo habría que agregar (cosa que también señaló Ortiz) el ambiente emocional del Güemilere y el "amarre" que los Ilú Batá hacen sobre el que comienza a dar expresiones de disociación o "monte", incrementando sobre este, haciéndolo bailar más rápido, subiendo y cambiando los tañidos y llamando al santo con el Chachá.

Quien haya visto esta ceremonia no deja de admirarse por el virtuosismo y la manipulación sicológica que hacen sobre los danzantes estos tañedores de Aña, que sin entendimiento en Hipnosis, hipnotizan, en el concepto psicológico de lograr una forma particular de desestructuración del campo de la conciencia. No siendo motivo de este trabajo la concepción religiosa del mecanismo nos limitamos a señalarla.

Con respecto a la Ansiedad, se han descrito diferentes formas de manejarla para calmar la aprehensión especial que siente quien la tiene, siendo una de ellas la de dar salida al pensamiento mágico mediante rituales, como en las Neurosis Obsesivo Compulsivas o en formas más simples, pero de igual mecanismo.

En la obra citada de "Los Negros Brujos", Don Fernando, al referirse a la concurrencia de la población a los llamados por él en aquella época "brujos afrocubanos", insistía en el mecanismo de necesidad psíquica que satisfacían aquellos que acudían al santero o al Babalao para "registrarse" y éste le indicaba los ebbó tranquilizadores; es decir, aquellas prácticas que iban a solucionar las causas de su ansiedad, ritos mágicos que los ponían en contacto con el pensamiento mágico tranquilizador. Esta función psicológica y mística del sacrificio fue expuesta en el trabajo que presentamos en el Encuentro Cultural Yoruba en 1992 en el Palacio de las Convenciones, La Habana: "Apuntes sobre la Cosmovisión Yoruba", al que remitimos a los interesados.

No obstante, a nuestro juicio, lo más estudiado en Cuba, ha sido la modalidad que ofrece la disociación o estrechamiento del campo de la conciencia y la importancia que el proceso de transculturación ofrece a la forma específica cubana de estos cuadros en África.

Corresponde a nuestro Maestro, el Profesor José Ángel Bustamante, fuertemente influenciado por los estudios de Don Fernando, desarrollar estos estudios en nuestro medio con sus trabajos sobre el Bouffeé Delirante en Cuba, los Factores Culturales en histerias con cuadro clínico esquizofrénico, los Factores Culturales en histerias con cuadro clínico esquizofrénico, los Factores Culturales en los cuadros esquizofrénicos, Reacción Psicótica Aguda y otras, en las que analizaba el mecanismo por el cual idénticos factores culturales presentes en África y transculturizados en Cuba, influían en la aparición de estos trastornos que eran más frecuentes en nuestro país que lo que reportaba la literatura en países europeos y asiáticos, así como en Norteamérica.

Al referirse al Boffeé Delirante, Bustamante lo definía como una crisis delirante aguda, breve, transitoria, que no es un estado confusional, ya que el trastorno de la vigilia es de otra naturaleza y de aparecer síntomas confusionales son de menor importancia; se desarrolla abruptamente con delirios polimorfos, variables, móviles, alucinatorios, cuyas formas más frecuentes son de persecución y grandeza y cuyos temas son casi siempre de contenido místico, señalando que es una Reacción Psicótica Aguda que ofrece un sujeto incluido en un medio presionado por la transculturación; es una disociación que ocurre en cualquier personalidad bajo la presión de un medio específico en condiciones determinadas.

En el trabajo presentado por Bustamante en el Congreso Mundial de Psiquiatría en Madrid (1966) expresa: "En nuestra opinión lo que ocurre es que se operan cambios que producen el estrechamiento del marco de la conciencia como los que ocurren en la reacción disociativa, la incorporación del ya frecuente pensamiento mágico, de su actividad creyente, lo deja instalado en el centro de sus operaciones del pensar; sin que pueda, por ello, hacer la discriminación o crítica que la estrechez del marco de la conciencia impide, razón por la cual su pensamiento mágico, fundamentado en las premisas ofrecidas por la creencia, al expresarse, produce una modalidad que le parece un pensar psicótico a quien lo observa".

Permítasenos llamar la atención entre la descripción de Bustamente en cuanto al mecanismo que se produce y el explicado por Ortiz en la disgregación de la personalidad durante un proceso en un toque de Batá.

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